Y aunque a nadie le importe este tema tanto como a mí, debo sacarlo, quiero que tú (tú sabes que eres tú) lea todo tal y como pasó, a veces prefiero escribir en lugar de decirte, soy medio torpe, me trabo y al final no digo nada, pues nada de lo que digo tiene sentido.
Por cierto la imagen no tiene mucho que ver, pero es graciosa.
Desde hace tiempo he querido
contar esta historia, pero no sé ni como empezar, es más a veces dudo en si es
buena idea plasmarla aquí, en el blog, no sé si es bueno quejarse de las
personas, las situaciones o de la vida en general.
Pero creo que escribirlo acá, me
permitirá verlo de diferente perspectiva, desahogarme y llenar otra entrada de
este blog con mis dramas.
Sé de antemano que no que sido lo
más ‘buena’ en esta vida…pero siempre trato o al menos pienso en mi moral (que según la RAE es: perteneciente o relativo a las acciones o caracteres de las
personas, desde el punto de vista de la bondad o malicia.), nadie me ha
dicho que es lo correcto o incorrecto, no creo que haya algún humano que lo
tenga muy claro, pues hay cosas obvias y cosas que todos pondríamos en duda,
por eso mi vida se rige por medio de porcentajes, o una balanza, entre el bien
y el mal.
Ha ha
ha toda esta introducción es para, presentar el post dedicado a mi
debraye-amoroso-emocional…creo yo que es un poco largo, por lo que lo
dividiré, en varias partes, así ustedes no se cansan de leer y a mí no se me
quema el cerebro.
El primo incómodo
Parte I
Hace
unos muchos ayeres (aproximadamente 3 años) yo me despedía de mi relación más
larga que he tenido, la relación fue con un ‘chavito’ que conocí en el CCH (mi adorado Colegio de Ciencias y Humanidades), a quien
le entregué un año y medio de mi vida (que en la actualidad la veo como la relación más fea, tóxica y violenta que he tenido, en realidad ya ninguna es así) pero ya lo olvidé, ¿Abraham?, ¿quién?,
¿cuál? (atrás fantasma de mi pasado *con látigo en mano*).
Bueno, la verdad no quiero recordar porque se acabó (efectivamente, no terminamos NADA
bien), pero se llamó Andrea (por si tenían duda).
En
aquella época, un poco después que él, yo conocí a Ranma (nombre alterado), es mi vecino, otro ‘chavito’
un año más grande que yo (pero muy
tonto), muy buena ‘onda’, que sin duda alguna me atrajo tanto física como
emocionalmente, y yo tratando de llenar un vacío quería tener alguien a mi lado, quien
me distrajera, me hiciera reír, en fin que su presencia fuera agradable para mi
ser y me hiciera un bien propio (¡qué egocéntrica soy!) , en él (debo admitir) lo encontré, nunca creí hacer
las cosas que hice con él, todo se resume en: raro, gracioso, feliz, malo,
malo, malo….feo.
Nunca
fuimos nada, nunca fue formal, nunca fue en público, pues él…TENÍA NOVIA (ya
ven soy bien inteligente, que siempre me doy cuenta de todo).
Tal vez
fue de manera inconsciente (el no darme cuenta) pues lo único que quería era experimentar ‘estar del otro lado’, pues por si lo están
olvidando Abraham me engañó (sí, léase con eco me engañó)
Muy muy muy muy dentro de mis entrañas esperaba que Ranma me dijera que me quería, que iba a
dejar todo a un lado y que yo me quedase a su lado (jajajajaja ilusa), pero no…no
lo hizo, incluso cuando su novia lo descubrió (leyó las conversaciones en FB e
hizo un ‘Señor Drama’), él se porto taaaan vil, taaaan egoísta que yo…terminé
por odiarlo.
Nuestra
‘corta’ amistad tuvo un punto ‘final’ (temporalmente, por eso las comillas),
pero no, no era el final de hecho, solo era el comienzo.
PD: Yo no sabía de su novia y no, no fui tan ilusa, me gusta exagerar y ya deberían saberlo.
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